Vamos, un rollazo dirigido a los cuatro gatos que leéis el blog (os quiero!!), que no hace falta que lo leáis entero, si os aburre.
Es que, no siempre tengo oportunidad de explayarme contando mi vida, así que me doy por satisfecho haciéndolo aquí. En fin, allá voy:
Esta semana ha sido intensa: un examen de mates doble (repartido en dos días por lo largo que era el tema), uno de ciencias y uno de castellano. Los dos últimos resultaron ser increíblemente fáciles, pero eso no quita que me pasara yo toda la semana estudiando...
Pues eso, los exámenes no los he dicho en orden cronológico, sinó en el orden que surge del maravilloso órgano sexual femenino (es decir, como me ha salido del chichi que no tengo).
El primero fue el de ciencias, el lunes. Fue un lunes tremendamente aburrido, sin conversaciones muy interesantes y una clase de filosofía en la que perdí el conocimiento durante unas décimas de segundo del sueño que me provocó. Y luego biología, tócate las narices (sé que si tuviera a la Pelli de profe de bio esta asignatura sería infinitamente más entretenida, pero actualmente es un puto muermo).
El martes fue otro día normal, porque el tema de historia que estamos haciendo ahora es tremendamente aburrida (economía en España a lo largo del siglo XIX, woohoo! qué PARTY).
Por la tarde fui al traumatólogo (el médico que cura los huesos, no los traumas) por los dolores que últimamente han surgido para atormentarme día y noche. Resultó muy majo, y se apellida "Martínez Tetas". Sí, Tetas.
El miércoles pasaron dos cosas a las que debo dedicar especial atención: el examen de castellano, para empezar (increíblemente fácil).
Y después, el gran descubrimiento del día: en la mesa del laboratorio en química, donde me siento con un chico y una chica de mi clase (Gerard y Carla), encontré un sacapuntas metálico, de los buenos, que un desdichado alumno había dejado olvidado y que ya jamás volverá a ver (qué malo soy!). Lo hemos convertido en nuestra mascota (aunque la idea se me ocurrió a mí), y lo hemos bautizado como Sacapunty (la idea del nombre también fue mía, y quien me diga algo sobre la originalidad del nombrecillo se las va a ver conmigo <.<).
Gerard lo pintó de tippex por detrás y escribió "Sacapunty" con boli. Hemos acordado turnarnos y llevarnos al nuevo colegui cada uno un día a casa: empezó Carla, y este finde lo tiene Gerard. Aunque a partir de ahora Carla se lo llevará los días que al día siguiente tenga examen de dibujo técnico, porque hoy Sacapunty le ha hecho mucha falta (...).
El jueves fuimos a ver una xerrada sobre la violencia de género. Durante el coloquio, hablaron dos personas del público que despertaron y animaron al resto de gente, a punto de dormirse en la sala: una chica con una vocecilla similar a la de papá pitufo (Gran Barrufet para los catalanes) que no dejaba de repetir "eso, psicológicamente, es complicado"; y una chica que nada más levantarse se volvió a sentar porque dijo que ella en castellano se negaba a hablar. La segunda chica fue abucheada por gran parte de la sala, y es que ya está bien, vaya descaro... (le obligaban a hablar castellano porque la mujer que hizo la conferencia era asturiana y no entendía el catalán).
Y nada, hoy he hecho la segunda parte del examen de mates (la primera fue ayer) y el resto del día se me ha pasado volando, me lo he pasado especialmente bien. Acabo de llegar a casa de irme a tomar un café con Albert de la academia de inglés, un tipo delicioso (no es que me lo quiera comer, es que no encuentro un adjetivo más adecuado que lo defina: es delicioso).
Pues nada más, qué a gusto me siento después de soltaros todo el rollazo. Perdonad si os he resultado pesado (si es que no os habéis aburrido antes de terminarlo). En fin, hasta el próximo viernes, si no actualizo antes!