Hoy varios astros lejanos se han alineado formando un precioso segmento. Bueno, más bien un vector cuyas componentes son (3, -2, 6), y que señala hacia aquí, precisamente hacia mi casa: concretamente hacia la pantalla del ordenador. Desgraciadamente no puedo deciros el punto de origen de ese vector, así que puede ser cualquiera de los infinitos que hay formando la recta que une mi ordenador y los susodichos planetas de tan lejana galaxia. Galaxia en la cual, por cierto, ahora mismo podremos encontrar a Katy Perry ataviada con mantos, con ojos de gato, y flotando y dando vueltas.
Sí amigos, la geometría afín me está lavando el cerebro y ahora empiezo a imaginarme las cosas en su espacialidad y a preguntarme cuál debe ser el vector que formaría el soporte de mi lámpara del escritorio si tomara como referencia la esquina que hace mi mesa con la estantería y la pared.
Pero dejo de aburriros con imbecilidades mías: el caso es que esos astros se han confabulado para que yo, humilde servidor y devoto creyente de nuestra Mother Monster, hoy me presente aquí a contaros aspectos de mi vida que últimamente me quitan el sueño y que probablemente no os interesan para nada. Si queréis leerme estaré encantado, ¡por supuesto!
Por cierto, próximamente (quien dice próximamente dice esta noche) voy a adentrarme en el denso y espinoso mundo de Tumblr! Porque mi vida desea ser un poco más vida 2.0. Creo que pondré un gadget de estos por aquí a la derecha, si es que se puede.
Pero... oh shit. Los astros se acaban de desalinear. Parece que Rebecca Black los está desestabilizando con sus gallos y que la visita a España de Justin Bieber los ha acabado por hacer huir despavoridos, porque casualmente se me acaba el tiempo y no puedo contar nada más por ahora. Aprovechad y saboread mis palabras, queridos lectores anónimos, porque no sé cuándo me volveréis a tener por aquí.
Tal vez mañana, tal vez el año que viene... pero volveréis a verme, de eso estad seguros.